Después de pasar tres asombrosos días inmersos en la cultura y los paisajes andinos, nos adentramos en el exuberante Alto Amazonas y comenzamos el Camino Inca Corto a Machu Picchu, punto culminante de esta fascinante aventura única de su vida.
Una mañana mágica en los Andes
El día comenzó temprano, con un copioso desayuno que nos llenó de energía para la aventura que teníamos por delante. Nuestro viaje comenzó en la estación de tren, donde un pintoresco viaje de 1 hora y 10 minutos nos llevó al km 104, el punto de partida del Camino Inca Corto a Machu Picchu. Por el camino, nos maravillamos con las impresionantes vistas del Valle Sagrado de los Incas, un paisaje lleno de laderas en terrazas, ruinas antiguas y los vibrantes matices de la flora andina.
Nuestra primera parada fue el yacimiento arqueológico de Chachabamba (2.170 m), un antiguo centro ceremonial enclavado en un microclima templado. Este tesoro escondido marcó la pauta de la exploración del día, con su intrincado trabajo en piedra y un entorno tranquilo que ofrece una visión de la brillante ingeniería de los incas.
Senderismo por la historia y la naturaleza
Desde Chachabamba, iniciamos una caminata de tres horas cuesta arriba por el bien conservado Camino Inca, rodeados por la exuberante vegetación del bosque nuboso. El esfuerzo se vio ampliamente recompensado cuando llegamos a las impresionantes ruinas de Wiñaywayna, también conocidas como Mini Machu Picchu. Este extraordinario lugar, con sus terrazas en cascada y sus estructuras de piedra perfectamente alineadas, ejemplifica el ingenio de la arquitectura inca del siglo XVI.
Wiñaywayna es un oasis de paz escondido entre las copas de los árboles, que ofrece a los excursionistas una sensación única de conexión con el pasado. Aquí, hicimos una pausa para disfrutar de un almuerzo preparado por nuestro talentoso chef, disfrutando de las vistas de este notable lugar mientras saboreábamos una comida bien merecida.
La ascensión final: Llegar a la Puerta del Sol
Después del almuerzo, nos embarcamos en una sección más fácil del camino, pasando por la densa vegetación del bosque nuboso. La expectativa aumentaba a medida que nos acercábamos a la emblemática Puerta del Sol (Inti Punku), la puerta de entrada a Machu Picchu. Al atravesar este umbral histórico, nos recibió una impresionante vista panorámica de Machu Picchu, bañada por la suave luz del atardecer. La sensación de logro y asombro era abrumadora, mientras contemplábamos uno de los monumentos más emblemáticos del mundo.
El sueño cumplido: Llegada a Machu Picchu
Un corto descenso nos llevó al mirador principal de Machu Picchu, donde hicimos una pausa para capturar las fotografías por excelencia de este emblema peruano. La magnitud y la belleza de la antigua ciudadela nos dejaron boquiabiertos, haciendo realidad un sueño que llevábamos años acariciando.
Desde allí, tomamos un autobús hasta el encantador pueblo de Aguas Calientes, donde celebramos los triunfos del día con una deliciosa cena y una noche de descanso en un confortable hotel.
Comidas incluidas: Desayuno, Boxed Lunch y Cena
Alojamiento: Confortable hotel en Aguas Calientes
Distancia: 12 km / 7,4 millas
Tiempo de caminata: de 6 a 7 horas
Temperatura: Mínima 5° C (41° F) / Máxima 22° C (71° F)
Dificultad física: Media (3/5)